Cómo enseñar a sus hijos a aprender del fracaso

La realidad del fracaso es una lección de vida en el éxito

A ningún padre le gusta ver que su hijo falle. Algunos de los momentos más desgarradores en la crianza de los hijos son ver impotentemente a un niño escribir mal una palabra durante un concurso de ortografía, perder el corte para el fútbol seleccionado, o no ser elegido para el papel codiciado en una actuación. Una "sensación de fracaso" también puede ocurrir en los más pequeños, en el sentido de no ser recogidos por un amigo para sentarse juntos a almorzar, no llegar a ser el líder de la fila, o simplemente no "encajar".

Sin embargo, el fracaso puede transformarse en una experiencia de aprendizaje que en realidad mejora la capacidad de su hijo para tener éxito en el futuro.

Como dijo una vez Henry Ford: "El fracaso es solo la oportunidad de comenzar de nuevo de manera más inteligente".

Aunque es una parte natural de la vida, el fracaso puede producir sentimientos dolorosos como ira, tristeza, frustración o baja autoestima en un niño o adulto. Cómo su hijo experimenta estas emociones puede basarse en su edad y madurez; sin embargo, se le puede enseñar a reconocer y tratar esos sentimientos de una manera positiva.

Nuestros hijos ven cómo aceptamos o lidiamos con el fracaso y eso influye en su propia respuesta. Si nos enojamos violentamente cuando nos pasamos por un ascenso que realmente queríamos o nos enojamos con el maestro o instructor de un niño debido a una acción (o inacción), es posible que modelen ese comportamiento cuando se enfrenten a sus propios errores.

¿Qué puede aprender su hijo del fracaso?

Cuando esos primeros pasos son recompensados ​​con expresiones de alegría y un abrazo de su madre, por ejemplo, un niño pequeño aprende a establecer un objetivo: repetir esa actividad que hizo feliz a su madre para que tenga la misma respuesta agradable.

El aliento y el elogio son herramientas poderosas y efectivas en todas las edades.

Los niños también pueden aprender más sobre la resolución de problemas a través del fracaso. Los padres deberían ayudarlos a evaluar qué salió mal y cómo pueden evitar que vuelva a ocurrir. Si el niño es lo suficientemente mayor, pregúntele por qué cree que falló la prueba o no atrapó la pelota.

Su visión del problema puede sorprenderte.

Intentando y fracasando, y luego intentándolo de nuevo y triunfando, nuestros hijos aprenden sobre la paciencia, la perseverancia y el sentimiento de orgullo por sus logros.

Convierta la falla de su hijo en una lección de éxito

Recuerde, todos fallamos en un momento u otro. A los niños se les puede enseñar a ver el fracaso como una oportunidad si les enseñamos cómo aprender de sus errores y no tener miedo de volver a intentarlo.