Consejos para aliviar el dolor y la ansiedad
A medida que se acerca la temporada de gripe, los padres deben tomar una decisión: si deben o no vacunarse contra la gripe. La gripe no es solo una versión más fuerte del resfriado común. Es una enfermedad grave que a menudo puede llevar a una estadía en el hospital e incluso puede ser fatal.
Con una duración de alrededor de una semana, quienes contraen la gripe tienen una amplia gama de síntomas que incluyen tos, dolor de cabeza, secreción nasal, fiebre y agotamiento.
Las complicaciones incluyen infecciones de oído, sinusitis y estafilococos y neumonía. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aquellos niños que viven con enfermedades crónicas como el asma y la diabetes tienen cinco veces más probabilidades de ser hospitalizados que sus contrapartes más saludables.
Por lo general, la temporada de gripe comienza en diciembre y alcanza su punto máximo en febrero, aunque varían todas las cepas del virus y la estación. Si teme la idea de llevar a su hijo al consultorio del médico para vacunarse contra la gripe y las lágrimas, patadas y gritos que lo acompañan, piense en la alternativa: cuidar a un niño muy enfermo o, lo que es peor, pasar tiempo al lado de su cama en el hospital.
Hay algunas formas de lidiar con la ansiedad que su hijo puede estar sintiendo antes de llevarlo a tomar una inyección. La opción que elija realmente depende del temperamento de su hijo:
- Sorpresa: " No le diga a su hijo a dónde va y qué va a pasar hasta que llegue allí, reteniéndolo hasta justo antes de que el médico o la enfermera se prepare para administrar la vacuna. Aunque parezca duro, elimina una gran cantidad de sentimientos de nerviosismo que pueden acompañar a la noticia de que necesitan una inyección. Si su hijo está preocupado, esta puede ser la ruta a seguir. ¿Por qué han pensado en la visita de los médicos por unos días u horas con antelación cuando la realidad es que solo sentirán dolor durante unos cinco segundos (si es que lo hacen)? La desventaja de este método es que su hijo puede comenzar a preocuparse cada vez que va al médico, por temor a que necesiten otra inyección. Deberá dejar perfectamente en claro que un disparo no es algo que ocurre todo el tiempo.
- Educar: el día de la inyección, o unas horas antes, explíquele a su hijo exactamente a dónde van y por qué. Hablen sobre cómo a veces durante los meses de invierno las personas pueden enfermarse mucho, pero que los médicos y científicos han encontrado la manera de ayudar a que todos se mantengan saludables. Si reciben una inyección rápida, es posible que aún se enfermen, pero no tan enfermos como puedan. Sin embargo, tenga cuidado de no entrar en demasiados detalles. No quieres asustar a tu hijo. Manténgalo simple y al grano y responda cualquier pregunta que su hijo pueda tener. Explique a su hijo que está bien estar nervioso y quizás compartir sus propias experiencias con los disparos. Habla de cómo también estabas nervioso, pero después de unos minutos, no podrías sentir ningún dolor en absoluto. Si cree que le ayudará, intente practicar con anticipación, ya sea para su hijo, usted o una muñeca. Practique enrollarse las mangas o incluso frotarse con una bolita de algodón.
- Spray: según su pediatra, su compañía de seguros y la salud general de su hijo, es posible que su hijo sea elegible para recibir FluMist, una vacuna en atomizador nasal que ha sido aprobada para su uso en niños de dos años en adelante. Los niños que tienen asma o problemas frecuentes de sibilancia no pueden usar el aerosol porque puede agitar los síntomas. Sin embargo, no todas las compañías de seguros cubren el aerosol, por lo que tendrá que analizarlo.
Plan de juego Shot-Time
Si opta por darle una oportunidad a su hijo, existen algunas estrategias que puede emplear para distraerlos de lo que el médico o la enfermera están haciendo:
- Si son lo suficientemente mayores para leer, pídales que se los lean en voz alta.
- Canta una canción favorita juntos.
- Juega un juego de "I Spy" (solo asegúrate de que tu hijo no mire donde se está haciendo la toma).
- Hable con su hijo, distrayéndolo de lo que está sucediendo.
- Traiga un pequeño videojuego de mano que su hijo puede jugar
- Soplar burbujas o un molinete: asegúrese de que esto esté bien con su médico primero.
- Sostenga y consuele a su hijo antes, durante y después de la inyección.
- Venga preparado con vendajes divertidos que su hijo haya elegido con anticipación. Coloque el vendaje justo después de la inyección.
- Si su hijo recibirá la vacuna FluMist y no está seguro de cómo reaccionará ante el aerosol, practique con anticipación con aerosol nasal salino.
Si su hijo realmente presenta el drama, puede ser muy frustrante y vergonzoso para usted. Pero hay algunas cosas a considerar:
- No espere que su hijo se comporte lógicamente. Están asustados e inseguros y necesitan que estés tranquilo.
- No los amenace ni los llame a un bebé si lloran.
- Y cuando termine la escena, no digas: "Mira, eso no fue tan malo". Puede minimizar los sentimientos muy reales de su hijo. Recuerde, su hijo no es el primero y no será el último que ha tenido dificultades para recibir una vacuna.
Cuando todo haya terminado, sostenga a su hijo y consuele si lo necesita. ¡Este podría ser un buen momento para salir a comer helado!