¿Cómo desarrollan los niños la autonomía en la adolescencia?

Los niños luchan por su independencia cuando llega la pubertad

Los niños expresan un deseo de autonomía en dos etapas: los años del niño pequeño y la adolescencia temprana, también conocidos como los años del preadolescente y la adolescencia. Aprenda cómo es la autonomía durante los preadolescentes y adolescentes, y por qué esta etapa es una fase saludable de desarrollo en lugar de un período que los padres deben temer.

Los niños que aprenden a ser autónomos durante las etapas apropiadas de la vida pueden llegar a ser adultos autónomos y productivos.

Definición de Autonomía

En pocas palabras, autonomía significa comportarse y pensar independientemente de los demás. Las personas autónomas no son controladas por otras personas o fuerzas externas. En cambio, se autogobiernan, si se quiere. Los niños desarrollan la autonomía gradualmente a lo largo del desarrollo.

En los años del niño pequeño, comienzan a desarrollar la autonomía al explorar su entorno y comenzar a hacer cosas por sí mismos. Aprender a usar el orinal, alimentarse, hablar, caminar y correr son todas habilidades que ayudan a los niños de dos años a desarrollar la autonomía. A esta edad, se sabe que los niños le dicen a sus padres: " ¡No! " . Esta es una clara señal de la independencia de los niños pequeños.

Algunos padres pueden tener problemas para ver a sus hijos salir de la etapa infantil. Se vuelve más difícil para los padres proyectar sus esperanzas y sueños en los niños pequeños, que cada vez desarrollan más sus propias personas y luchan por la independencia. La cantidad de rabietas que los padres deben enfrentar en esta etapa no ayuda.

Autonomía en preadolescentes y adolescentes

La siguiente gran lucha con la autonomía ocurre durante los años de preadolescencia y adolescencia. Durante ese tiempo, los niños luchan por ser autónomos, pero al mismo tiempo se sienten atraídos hacia la infancia por sus propios anhelos y por los límites que los padres y la sociedad les imponen.

Mientras que los padres de niños pequeños pueden tener dificultades para ver a sus bebés convertirse en niños de pleno derecho, los padres de adolescentes y preadolescentes deben tener en cuenta el hecho de que la adolescencia marca la etapa final de la infancia.

Cuando los adolescentes luchan por su independencia, es porque pronto se convertirán en adultos con sus vidas en sus propias manos y no en sus padres.

Los preadolescentes y adolescentes pueden demostrar su autonomía al cuestionar las reglas que sus padres les dan o incluso violarlas. También comenzarán a expresar preferencias fuertes en vestimenta, música o incluso creencias sociales o políticas. Esperarán ganar más autonomía, como obtener un permiso de aprendizaje para conducir y más tarde una licencia de conducir. Los ritos de paso, como bar mitzvahs o bailes escolares, también indican que un niño está creciendo.

Autonomía en la adolescencia tardía

A medida que los adolescentes envejecen, esperarán poder votar o beber o apostar legalmente. En la cultura estadounidense contemporánea, las personas pueden no volverse completamente autónomas hasta algún momento durante la edad adulta emergente (entre los 18 y los 25 años de edad). La edad de la plena autonomía puede variar.

Un joven de 22 años puede ser un graduado universitario casado que trabaja a tiempo completo y paga sus propias facturas. Otro joven de 22 años puede que nunca haya tenido una relación seria, viva en casa con sus padres y asista a la universidad comunitaria.

Idealmente, los jóvenes adultos deberían ser autónomos lo antes posible, dándoles la confianza en sí mismos de que pueden cuidarse a sí mismos y abrirse camino en el mundo sin la ayuda de sus padres.

Algunos niños que han crecido en circunstancias difíciles, como el sistema de cuidado de crianza o en familias empobrecidas, pueden buscar la independencia a edades tempranas.