Maneras fáciles de calmar un Tween frustrado

Crecer puede ser difícil, especialmente cuando estás atrapado entre la niñez y la adolescencia. Los preadolescentes se encuentran en el nuevo territorio casi todos los días, y con todos los desafíos que enfrentan no es de extrañar que a menudo se encuentren confundidos y frustrados. Si su hijo parece estar al final de su cuerda, puede ayudarlo. Los consejos a continuación pueden ayudarlo a calmar la frustración de su tween para que pueda ordenar sus pensamientos y seguir adelante.

Con suerte, sin una discusión en toda regla o una rabieta.

Dale espacio

Si tu adolescente llega enojado y gruñón a casa después de la escuela, puedes tratar de darle un poco de espacio antes de preguntarle sobre su día. Permita que su hijo tome algo a solas para encontrar un bocadillo y tal vez incluso una actividad antes de hacer cualquier pregunta. Déle tiempo a su hijo para calmarse y quizás descubra que su humor gruñón desaparece antes de que usted diga una palabra.

Escuche si su hijo quiere hablar

Si tu interpolación te entabla una conversación, escúchalo. Es posible que desee desahogarse diciéndole lo que le molesta o molesta. Intenta escuchar sin ofrecer ningún consejo o juicio. Siempre puedes hacer eso más tarde cuando tu interpolación se haya calmado. Dígale que lamenta que haya tenido una experiencia tan mala, y pregúntele qué quiere que haga para ayudar si algo.

Encuentra una distracción

A veces los preadolescentes deben distraerse de sus problemas.

Considere pedirle a su hijo que lo ayude con un proyecto para que deje de pensar en sus desafíos. Es posible que desee ir de compras con usted, pasear al perro por la cuadra o incluso mirar a un hermano menor mientras prepara la cena. O bien, considere enviar a su interpolación en un simple recado, como por ejemplo afuera para buscar el correo o devolver algo a un vecino.

Abstenerse de interferir

Su hijo puede querer confiarle a un amigo sus problemas y frustraciones, así que no sienta la necesidad de intervenir a menos que crea que lo necesita. Los preadolescentes están aprendiendo a confiar cada vez más en sus amigos y eso puede significar alejarse un poco de sus padres. No se lo tome como algo personal si su hijo no lo incluye en la conversación, es una parte normal del desarrollo.

Se amable

A veces, un poco de amabilidad puede sacar a cualquiera de mal humor, y la verdad es que la amabilidad es contagiosa. Considere la posibilidad de sorprender a su hija con una delicia favorita, o un viaje inesperado a la heladería local. Sabrá qué le quitará la mente a su tween de sus frustraciones: podría ser un juego de tenis, o podría decidir ver una película juntos. Elige lo que crees que funcionará y disfruta de tu tiempo juntos.

Sepa cuando pasa algo serio

Un poco de frustración es una cosa, pero si su hijo está luchando con un asunto serio, es posible que deba intervenir e incluso abogar por su hijo. Si su adolescente se retira de sus amigos y actividades o de repente deja de comunicarse con usted, descubra qué está pasando. Su hijo puede estar experimentando intimidación en la escuela, o puede estar luchando con un problema que solo puede manejar solo.

Otros signos de que un problema puede ser grave: las calificaciones de su tween caen; él se vuelve reservado; tiene nuevos amigos de los que no sabes nada; el dinero y otros objetos del hogar desaparecen.