Métodos fáciles para facilitar el aprendizaje
Las discapacidades de aprendizaje son sorprendentemente comunes: afectan a uno de cada siete estadounidenses. Son el resultado de las diferencias en la estructura del cerebro, pero no se relacionan con la inteligencia, el comportamiento o el enfoque. En resumen, son diferencias que dificultan el éxito en una escuela estadounidense típica, aunque pueden tener un impacto relativamente pequeño en las tareas de la vida diaria.
¿Qué son las discapacidades de aprendizaje?
Según el sitio web LDOnline, las discapacidades de aprendizaje más comunes incluyen:
- Dislexia - un trastorno de lectura
- Discalculia - una discapacidad matemática
- Disgrafía - una discapacidad de escritura
- Trastornos auditivos y de procesamiento visual: "discapacidades sensoriales en las que una persona tiene dificultades para comprender el lenguaje a pesar de tener una audición y visión normales".
- Discapacidades de aprendizaje no verbales: un trastorno neurológico que causa problemas con "funciones de procesamiento visuales, espaciales, intuitivas, organizacionales, evaluativas y holísticas".
A menudo, los estudiantes con discapacidades de aprendizaje tendrán un Programa educativo individualizado o Plan 504 que detalla las adaptaciones para la enseñanza. Por lo general, son similares a las sugerencias generales que se ofrecen a continuación.
Sugerencias para ayudar a los niños con discapacidades de aprendizaje a triunfar en la escuela
La mayoría de las instrucciones en el hogar o en la escuela se pueden adaptar para satisfacer las necesidades de los estudiantes con discapacidades de aprendizaje, como la dislexia u otros problemas de aprendizaje.
Estas estrategias se pueden usar para modificar la instrucción en la mayoría de las áreas temáticas para mejorar la comprensión de las tareas por parte de los estudiantes y la calidad de su trabajo. Estos enfoques, por cierto, también pueden ser útiles para la mayoría de los estudiantes que prefieren un programa educativo claro y estructurado.
- Prepara el escenario para el aprendizaje diciéndoles a los niños por qué el material es importante, cuáles son los objetivos de aprendizaje y cuáles son las expectativas para un rendimiento de calidad.
- Usa un lenguaje específico. En lugar de decir "haz un trabajo de calidad", indica las expectativas específicas. Por ejemplo, en una tarea de escritura, un maestro puede calificar según la puntuación correcta, la ortografía y la inclusión de puntos específicos. Si su hijo no comprende lo que sus maestros esperan de él, comuníquese con el maestro y solicite los detalles que necesita para ayudarlo. Sugiera que el maestro quiera comenzar a publicar esa información en el sitio web de la escuela para que otros puedan usarla también.
- Los docentes deben desarrollar una guía de puntuación, compartirla con los alumnos y proporcionar modelos de ejemplos de cada nivel de rendimiento.
- Nunca use el trabajo de un estudiante como un ejemplo público de trabajo deficiente para que la clase lo vea. Esto es humillación, y no tiene cabida en ningún salón de clase u hogar.
- Haga que el alumno repita las instrucciones para una tarea para asegurarse de que entiende. Corrija cualquier falta de comunicación antes de que comience el trabajo real. Vuelve a consultar al alumno mientras trabaja para asegurarse de que está haciendo el trabajo correctamente. Indíquele lo necesario para asegurarse de que corrige los errores antes de que termine.
- Definir claramente las expectativas del salón para el trabajo y el comportamiento. Publiquelos y utilícelos como base de todas las interacciones y proyectos de clase. Hacer que sus requisitos sean parte de la rutina del aula o de la tarea ayudará al alumno a cumplir con las expectativas.
- Use organizadores gráficos para ayudar a los estudiantes a entender las relaciones entre las ideas.
- La instrucción debe incluir instrucciones específicas, paso a paso, que el maestro especifique y modele para el alumno.
- Cree modelos de trabajo de calidad que los estudiantes puedan ver y analizar. Incluya explicaciones tanto habladas como escritas de cómo el trabajo cumple con las expectativas académicas.