Aversión oral en bebés y bebés prematuros

Los bebés necesitan una nutrición adecuada para crecer y prosperar, y las dificultades con la alimentación en la infancia pueden ser una condición preocupante y peligrosa. Hay muchas razones diferentes por las que un bebé puede tener dificultades con la alimentación y todas las evaluaciones de mérito y el tratamiento por parte de su médico de bebés.

¿Qué es la aversión oral?

Los bebés que muestran aversión oral (la renuencia, la evitación o el miedo a comer, beber o aceptar sensaciones dentro o alrededor de la boca) se niegan a comer o experimentan angustia significativa durante la alimentación, lo que hace que reciban una nutrición inadecuada.

Los signos de aversión oral incluyen:

Causas

Un trastorno alimentario basado en los sentidos, la aversión oral es más común en bebés prematuros , y especialmente en aquellos que han experimentado una estancia más prolongada en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) debido a estímulos desagradables en la boca o las caras que han experimentado durante los tratamientos. Muchos procedimientos comunes de NICU son dolorosos y pueden hacer que los bebés intenten empujar o alejarse de cualquier cosa que se les acerque, incluso un chupete, una botella o el pecho de una madre.

Los procedimientos de NICU que pueden aumentar el riesgo de aversión oral incluyen:

Riesgos

La aversión oral puede ser muy frustrante para los padres, los cuidadores y los propios bebés. Hay muchas complicaciones psicosociales y médicas de las dificultades de alimentación, que incluyen:

¿Cómo se trata a los bebés con aversión oral?

El tratamiento de los bebés con aversión oral puede implicar la colaboración de un grupo multidisciplinario de especialistas, incluidos neonatólogos , fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y otros profesionales que se especializan en la atención de los bebés. Algunas de las técnicas de terapia conductual utilizadas para tratar a los bebés con aversión oral pueden incluir el inicio de estímulos agradables en la cara, el uso de medicamentos y técnicas para controlar el dolor y comenzar amamantando suavemente.

Si las terapias conductuales no ayudan a un niño a superar la aversión oral, se puede considerar la posibilidad de utilizar un tubo de alimentación. Los tubos de alimentación, aunque atemorizantes al principio, pueden ayudar a aliviar un poco la ansiedad tanto de los padres como de los bebés, y permiten una ingesta nutricional adecuada para el crecimiento y el desarrollo. Los tubos de alimentación generalmente son muy seguros y efectivos, con solo riesgos mínimos, como irritación de la nariz, boca o estómago.