Cómo dejar de gritar a tus hijos

El agotamiento, la frustración, la ansiedad e incluso las preocupaciones que tenemos acerca de nuestros hijos pueden hacer que un padre sea una bomba de relojería. Con todo ese estrés reprimido, a veces las cosas pequeñas, como la caída de Cheerios en el piso, pueden desatar emociones fuertes.

Tal vez después de un día particularmente difícil, soltaste un grito de enojo cuando tu hijo arrojó su cena al otro lado de la habitación.

O quizás le gritaste cuando escapó y no te dejaba cambiar su pañal por tercera vez ese día.

No estas solo. Un estudio encontró que el 90% de los padres de niños de 2 años usan al menos algún tipo de "agresión psicológica" con sus hijos. La agresión psicológica puede incluir solo gritos o reacciones más extremas, pero no físicas, como maldecir o amenazar con pegarle a un niño. Si se siente culpable o simplemente no está contento con todos los gritos (especialmente porque nunca parece hacer ningún bien), tampoco está solo. En Mommy Guilt , las autoras Julie Bort, Aviva Pflock y Devra Renner informan que gritar es una de las cosas de las que las madres se sienten más culpables.

Enséñale a tus hijos la disciplina sin gritar

Aquí hay algunos consejos que debe tener en cuenta si desea terminar con el ruido innecesario y encontrar una mejor manera de enseñarle a su hijo un buen comportamiento.

  1. Reconocer cuando sea necesario. En su blog Parentopia, dos de las madres detrás de Mommy Guilt aclaran que no todos los gritos son creados iguales. Algunos dicen "gritos productivos". Estos pueden incluir gritarle a su niño, "¡No tocar!" cuando está alcanzando la estufa o "¡Alto!" mientras corre hacia una calle concurrida. Puede seguir este tipo de gritos sin sentirse culpable. Salvar la vida de su hijo o prevenir una lesión supera el objetivo de la paz y la tranquilidad. Recuerde: cuanto menos grite, es más probable que estos gritos productivos tengan el efecto deseado en su niño pequeño.
  1. No suponga que su bebé no comprende. En un momento de frustración, puede decir cosas malas o inapropiadas para su niño pequeño. Con tal comprensión limitada, su niño pequeño puede no entender el significado exacto de cada palabra, pero aún puede entender que sus palabras son desagradables. Además, muchas madres se sorprenden al oír una maldición que se escapa de la boca de su pequeño. Es en situaciones en las que dejas volar las blasfemias que va a aprender esas palabras.
  1. Mantenga reglas de disciplina positivas en mente. Los niños pequeños inevitablemente pondrán a prueba los límites, tendrán berrinches, se rehusarán a dormir, arrojarán alimentos, y encontrarán cientos de otras formas de llevar al cansancio a su madre al límite. Puede manejar estos problemas con menos gritos si puede recordar consejos positivos de disciplina y si puede mantener algunos trucos en la manga. Por ejemplo, es posible que puedas redirigir a un niño cansado con una canción favorita o distraer a un comedor quisquilloso con caras tontas. De hecho, la tontería es a menudo la mejor herramienta que tiene una madre para desactivar una situación tensa que provoca gritos con un niño pequeño.
  2. Perdónate por perderlo un poco. Gritarle a su hijo ocasionalmente cuando ha hecho algo mal no debería causarle ningún problema a largo plazo, incluso si le hace sentir mal. En una entrevista con TODAY Moms, el psicólogo George Holden, profesor de psicología en Southern Methodist University en Dallas, notó que gritarles podría enseñarles a los niños una lección importante sobre cómo lidiar con las emociones negativas. El Dr. Holden, que ha realizado una extensa investigación sobre los efectos del castigo corporal en los niños, señala, sin embargo, que si grita con frecuencia, es una señal de que algo anda mal. Si está lidiando con el estrés o la depresión, podría manifestarse en la forma en que interactúa con su hijo. Obtener ayuda con esos asuntos puede llevarlo a ser más capaz de manejar contratiempos y crisis con su niño sin recurrir a los gritos.