¿Debes permanecer junto a los niños?

Como uno podría imaginar, no hay una respuesta clara y fácil a esta pregunta histórica. La conclusión es tratar de averiguar si los niños estarían mejor en un hogar donde mamá y papá son infelices juntos, pero manteniendo a la familia intacta o en dos hogares donde mamá y papá están más felices pero no juntos.

Los riesgos de permanecer juntos

Varios expertos en crianza ven que uno de los mayores riesgos para los niños de quedarse en una familia que está cargada de enojo, frustración y dolor es que aprenden malas habilidades de crianza que llevarán a la siguiente generación.

Los padres que no pueden lidiar civilmente con el conflicto o que contradicen las decisiones de crianza de los demás modelan un estilo ineficaz y potencialmente dañino.

Además, algunos niños pueden estar en riesgo de descuido cuando los padres están tan absortos en sus propios problemas. El abandono puede ser físico (no tomarse el tiempo para comidas saludables o estar tan enojado que los padres abandonan la crianza) o emocional (los padres no irán juntos a eventos importantes para el niño o pueden intentar individualmente alejar al niño de la otro padre).

Si los padres no pueden vivir juntos en la misma casa sin trabajar juntos de forma efectiva como padres, y si esa convivencia sería mejor si se viven en diferentes hogares, esa podría ser una indicación de que el divorcio sería una mejor opción.

El valor de permanecer juntos

Judith Wallerstein, autora de The Unexpected Legacy of Divorce , está convencida, según su investigación, de que los niños casi siempre están mejor si la familia permanece intacta, incluso si los padres ya no están enamorados.

Si mamá y papá pueden permanecer civilizados y trabajar juntos para ser padres, incluso si están tristes o solos, y pueden evitar exponer a los niños a peleas y riñas, entonces es mejor criar a los demás bajo el mismo techo. Y si bien la crianza de los hijos es claramente un sacrificio de uno mismo para los hijos, vivir en un matrimonio miserable durante diez o más años puede ser un poco difícil de pedir.

La investigación de Wallerstein encontró que los efectos del divorcio en los niños, y particularmente entre estos niños que crecen hasta la edad adulta, son tan devastadores emocionalmente que los padres deben permanecer juntos a cualquier costo. En su opinión, un matrimonio mantenido para los niños, es mejor que el mejor divorcio.

¿Cómo decidir?

Si el divorcio se vuelve inevitable

Investigación de E. Mavis Hetherington y John Kelly en Para bien o para mal: el divorcio reconsiderado sugiere que casi el 80% de todos los hijos de padres divorciados terminan tan contentos y tan bien ajustados como los niños de familias intactas, por lo que si el divorcio y la subsiguiente co- la crianza va bien, los niños pueden estar bien.

El desafío clave es asegurarse de que tanto la madre como el padre puedan trabajar juntos por el bien de los hijos al criarlos eficazmente. Tal actitud y compromiso hacen que el proceso de divorcio sea menos doloroso y un poco más propicio para criar niños exitosos.