¿La política de cero tolerancia realmente funciona?

Es una pregunta que hacen los padres y profesionales de todo el país: ¿funciona la tolerancia cero en las escuelas? La tolerancia cero comenzó como una ley que pedía la expulsión por llevar una pistola a la propiedad de la escuela, pero se transformó rápidamente en una política que aborda el acoso , las drogas, el alcohol y cualquier acto de violencia , ya sea física, verbal o actitudinal.

En algunos distritos escolares, la tolerancia cero se ha convertido lentamente en sinónimo de "no queremos soportar ningún tipo de tonterías". Tales políticas imponen severas consecuencias para las violaciones y, en algunos casos, esto está haciendo más daño que bien.

1. La tolerancia cero puede dañar a la víctima de la intimidación

Considere este escenario: un niño ha sido intimidado por bastante tiempo. Hasta ahora, el acoso ha tomado la forma de humillación y abuso verbal, pero hoy se vuelve físico y el niño es atacado por sus torturadores. Él lucha para escapar.

El maestro lleva a todos los estudiantes al director quien, al enterarse de lo ocurrido, suspende o expulsa a todos los estudiantes, incluida la víctima. Bajo una política de tolerancia cero, no tiene flexibilidad para considerar las circunstancias porque la violencia física es inaceptable en todos los ámbitos.

2. Puede eliminar la autonomía de un maestro en el aula para resolver incidentes menores y prevenir la intimidación

Considere esto: Una clase de jardín de infantes tiene juego libre. En el transcurso del juego, un niño pequeño le dice a otro "Voy a matarte". El maestro realmente quisiera aprovechar la oportunidad de usar esto como un momento de enseñanza. Podía hablar con los estudiantes sobre lo que realmente significan las palabras, cómo algunas frases no se pueden usar, incluso en broma, y ​​cómo distinguir a una persona puede considerarse intimidación.

Pero bajo la política de tolerancia cero, se le exige que informe el incidente al administrador. Luego, el administrador se ocupa del niño como si realmente fuera una amenaza de muerte.

3. Las políticas de cero tolerancia pueden ser discriminatorias para los estudiantes con necesidades especiales

Los estudiantes con discapacidades conductuales y emocionales a menudo son disciplinados bajo estas políticas.

Bajo la ley de educación especial, cada caso debe tratarse individualmente y con flexibilidad, si el incidente está relacionado con la discapacidad del estudiante. Esas soluciones flexibles no siempre son útiles. Un estudiante que necesita una rutina para funcionar o que proviene de un hogar difícil no se beneficiará de la suspensión o expulsión.

Un ejemplo: cuando comencé a enseñar, trabajé en un aula para niños con impedimentos de conducta. Uno de nuestros estudiantes que venía de un hogar muy abusivo y negligente, fue suspendido una mañana por amenazar a otro maestro. Para nuestra sorpresa, él estaba de vuelta en su asiento después del almuerzo, volviendo a la escuela porque era la opción más segura.

4. Las políticas de cero tolerancia no toman en cuenta la edad.

Las políticas de todo el distrito requieren que un curioso de kindergarten sea tratado de la misma manera que un estudiante mayor determinado a intimidar o causar daño.

Un ejemplo: en el Condado de Anderson, Tennessee en 2008, ocho niños fueron expulsados ​​bajo la política de cero tolerancia. Uno de esos niños era un estudiante de kínder que traía una pistola de juguete a la escuela en su mochila, y otro era un estudiante de secundaria que amenazó con dispararle al director. La intención fue muy diferente, pero el castigo fue el mismo.

5. Las políticas de cero tolerancia pueden castigar a las personas bien intencionadas.

Un escenario de la vida real de Longmont, Colorado demuestra este punto: la madre del quinto grado, Shannon Coslet, preparó un cuchillo en su lonchera con el que Shannon podía cortar su manzana. Al comprender que los cuchillos estaban en contra de las reglas, Shannon convirtió el cuchillo en una maestra, fue alabada por hacer lo correcto y luego fue expulsada bajo la política de tolerancia cero porque estaba en posesión de un arma.