7 formas de evitar que su hijo sea un perdedor adolorido

Dejar de fumar porque está atrasado, gritar porque no ganó o enojarse contigo por ganar, son signos de un doloroso deporte. Y aunque muchos niños luchan por mantener una actitud positiva mientras pierden en su juego favorito, algunos niños tienen más problemas que otros.

Ser un mal perdedor no es probable que le haga ningún favor a su hijo. Después de todo, nadie quiere jugar con el niño que hace trampa porque está perdiendo o se excusa sobre por qué no ganó.

Si su hijo tiende a ser un mal perdedor, tome medidas para enseñarle una mejor deportividad. Aquí hay siete formas de ayudarlo a dejar de ser un mal perdedor:

1. Elogie los esfuerzos de su hijo

Si alaba a su hijo por marcar la mayor cantidad de goles en el juego de fútbol o por obtener la calificación más alta en su prueba de matemáticas, sus palabras alimentarán su naturaleza competitiva. Felicítelo por su arduo trabajo y su esfuerzo, independientemente del resultado final.

En lugar de decir: "Eres el corredor más rápido del equipo", di: "Me gusta la forma en que aplaudiste a los otros niños hoy". Señale el buen espíritu deportivo y enfatice la importancia de tratar a los demás con respeto.

2. Modelo de rol Buena deportividad

Si le grita a los árbitros desde las gradas en el partido de fútbol de su hijo o participa en un gran baile de la victoria cada vez que vence a su competencia, es probable que su hijo recobre sus hábitos. Es importante ser modelo de buena deportividad y mostrarle a su hijo cómo tratar a otras personas amablemente, sin importar el puntaje.

3. Ayuda a tu hijo a entender los sentimientos

Cuando los niños pueden identificar sus sentimientos de tristeza, enojo, desilusión y frustración, es menos probable que los representen. Enséñele a su hijo sobre los sentimientos y ayúdelo a desarrollar estrategias saludables para sobrellevar esos sentimientos.

4. Enseñar habilidades de manejo de la ira

Los perdedores doloridos a menudo arrojan piezas de juegos de mesa o dicen cosas malas a otras personas en un ataque de ira.

Ayude a su hijo a reconocer que este tipo de comportamientos no son aceptables.

Enséñele que sentirse enojado está bien, pero lastimar a las personas o a la propiedad no está bien. Invierta tiempo y energía en enseñarle a su hijo habilidades específicas de manejo de la ira que lo ayudarán a tolerar la pérdida.

5. No dejes que tu hijo gane

A veces puede ser tentador tirar el juego a propósito para no estar sujeto a la reacción negativa de un perdedor. Aunque prevenir una crisis puede ayudarlo a corto plazo, a largo plazo no le hará ningún favor a su hijo. Si bien no es necesario ser brutalmente competitivo, evite perder a propósito para evitar los sentimientos de su hijo porque solo reforzará su idea de que siempre necesita ganar.

6. Ignorar berrinches

Si su hijo comienza a llorar, da un pisotón o se tira al suelo, ignóralo. Ignorar los berrinches a veces los empeorará al principio, pero eventualmente, su hijo se aburrirá cuando vea que no tiene audiencia.

Evite consolarlo o hablar con él cuando se está portando mal. Tan pronto como esté tranquilo, bríndele atención positiva .

7. Practica ser un ganador elegante

Los perdedores doloridos generalmente no son ganadores agraciados. Cuando golpean a su oponente, tienden a encontrar una gran alegría al frotarlo y jactarse de su victoria.

Enséñele a su hijo cómo mostrar bondad a los demás dándole la mano y diciendo: "Buen juego" a un oponente o diciendo: "Gracias por jugar conmigo". Ayude a su hijo a concentrarse en la diversión que tuvo jugando, no quién ganado o perdido