Cómo criar a tus hijos como optimistas

Los beneficios del optimismo han sido probados muchas veces por la investigación. Los optimistas disfrutan de una mejor salud y una mayor longevidad frente a los pesimistas, experimentan menos estrés y logran más en la vida. Si bien muchos de nuestros rasgos de personalidad son innatas, puede influir en la tendencia de su hijo hacia el pensamiento optimista o pesimista: ¡se puede enseñar optimismo! Aquí hay algunas maneras en que puede ayudar a inculcar este rasgo valioso y elevar al niño optimista:

Criando un optimista

  1. Ayúdelos a experimentar el éxito: los niños desarrollan autoestima y optimismo al experimentar el éxito, incluso frente a algunos desafíos. Por lo tanto, al comenzar joven, deje que su hijo haga cosas por sí mismo (con usted en un papel de apoyo en lugar de hacerlo por él), y reconozca su éxito. Por ejemplo, aunque se requiera más trabajo de su parte, permita que los niños pequeños asuman responsabilidades en el hogar, como clasificar calcetines, guardar sus juguetes, etc., y reconocer sus esfuerzos.
  2. Dé crédito por el éxito: cuando su hijo enfrente un éxito, ayúdelo a ver cómo contribuyeron a él, y califique esas acciones como fortalezas. Por ejemplo, hiciste bien en tu prueba. ¡Eres realmente inteligente! o eres un gran trabajador para haber estado tan preparado! No es necesario que les digas algo grandioso cuando no lo es (los niños pueden percibir falsos elogios), pero darles crédito por sus propios logros aumenta la autoeficacia y contribuye al optimismo.
  1. Busque el éxito futuro: cuando se trata de éxitos , concéntrese en los rasgos del niño que hicieron posible el éxito, y examine otros éxitos que pueden provenir de estos rasgos. Volviendo al ejemplo del puntaje alto de la prueba, puede mencionar que la fuerte ética de trabajo y la inteligencia que participaron en la prueba exitosa pueden ayudarlos a alcanzar otras metas. Podrías explorar cuáles podrían ser algunos de sus objetivos para el futuro, ya sea para ser un astronauta o para tener éxito en la universidad.
  1. No alabemos de manera indiscriminada: el investigador de optimismo Martin Seligman cree que decirle a un niño que todo lo que hace es grandioso en lugar de ayudarlo a experimentar éxitos reales y persistir frente a obstáculos razonables que ponen al niño en desventaja, creando un auto-enfoque demasiado fuerte ¡y de hecho haciéndolos más vulnerables a la depresión! Así que valide ese éxito, pero reconozca cuándo sus esfuerzos tampoco son exitosos. Los niños aprenden a ver a través de elogios vacíos.
  2. Validar, pero Pregunta: Cuando su hijo enfrenta fallas o situaciones negativas, valide los sentimientos de su hijo, pero haga preguntas que puedan hacer que vea las cosas de manera más optimista. Por ejemplo, si otro niño no quiere jugar con ellos, hable sobre sus sentimientos heridos y permítales expresarse. Luego pregunte con qué otros amigos pueden querer jugar. Esto les ayuda a procesar (en lugar de negar) sus emociones, pero pone la situación en perspectiva.
  3. Recuerde el éxito ante el fracaso: cuando las cosas van mal, reconozca los sentimientos de su hijo, pero también ayúdelos a centrarse en otros éxitos que hayan tenido, mire cómo las cosas pueden mejorar en el futuro o en diferentes circunstancias, y siga adelante. Por ejemplo, veo que te sientes decepcionado con tu puntaje. Tal vez estés teniendo un mal día. Usualmente lo haces mejor, y estoy seguro de que lo harás bien la próxima vez. Y luego involúcrese en otra actividad o practique para el éxito futuro.
  1. Busque oportunidades para mejorar: un principio de pensamiento optimista con el que los padres pueden tener problemas es cuando los optimistas minimizan su responsabilidad cuando se trata de fallas. Si bien infunde optimismo para observar las circunstancias externas que pueden haber contribuido a que las cosas salgan mal, está bien evaluar también lo que su hijo puede hacer personalmente en el futuro para mejorar la próxima vez. Solo acéptelo buscando oportunidades para mejorar en lugar de una sesión de auto-culpabilidad para su hijo.
  2. Busque yhe Bright Side: ayude a su hijo a ver que es bueno y malo en cada situación, y haga un juego de buscar los revestimientos plateados en situaciones aparentemente negativas. Por ejemplo, si su hijo no puede jugar afuera porque está lloviendo, mire los aspectos positivos del juego en el interior, o proyecte qué éxito puede tener tener más tiempo para estudiar. ¡Incluso una pierna rota puede traer la diversión de tener amigos para firmar el reparto! El juego puede ser una tontería, y está bien, pero es una buena práctica entrar.
  1. No use etiquetas negativas: corrija el comportamiento inaceptable, ¡pero nunca etiquete a su hijo con etiquetas negativas! Los niños tienden a estar a la altura de nuestras expectativas, así que si dices "Jacks, nuestro quejido", o "Lucy es nuestra hija tímida", lo que pudo haber sido una fase pasajera se convierte en una identidad más permanente. ¡Esto es mucho más dañino para el autoconcepto de un niño de lo que algunos padres se dan cuenta, y perpetúa el mismo comportamiento que usted considera tan objetable!
  2. Haga un ejemplo de usted mismo: los niños nos miran y nos ven como ejemplos constantes, nos guste o no. La buena noticia sobre esto es que podemos enseñar haciendo. Practique el pensamiento optimista usted mismo. Cuando logre el éxito, no lo minimice con falsa modestia, sino dése crédito por un trabajo bien hecho. Cuando las cosas van mal, no catastrofique; poner las cosas en perspectiva

Consejos

  1. Como le está enseñando optimismo a su hijo, puede ayudar si sabe si es optimista o pesimista. Este cuestionario puede ayudarlo a evaluar eso.
  2. ¡Nunca es demasiado tarde para ser más optimista! Aprenda a ser más optimista y podrá modelar mejor ese estilo de pensamiento para su familia.
  3. ¡Diviértete con eso!