El funcionamiento ejecutivo nos permite planificar y organizar nuestro tiempo.
El funcionamiento ejecutivo es un término que usan los psicólogos para describir las muchas tareas que nuestros cerebros realizan y que son necesarias para pensar, actuar y resolver problemas. El funcionamiento ejecutivo incluye tareas que nos ayudan a aprender nueva información, recordar y recuperar la información que hemos aprendido en el pasado, y utilizar esta información para resolver problemas de la vida cotidiana. Las habilidades de funcionamiento ejecutivo de una persona le permiten vivir, trabajar y aprender con un nivel adecuado de independencia y competencia para su edad.
El funcionamiento ejecutivo nos permite acceder a información, pensar en soluciones e implementar esas soluciones. Debido a que el funcionamiento ejecutivo es una teoría y no una idea completamente definida, documentada y verificada, los psicólogos tienen opiniones diferentes sobre qué procesos mentales están involucrados. Sin embargo, le daremos una oportunidad. El funcionamiento ejecutivo puede involucrar habilidades tales como:
- Estimar y visualizar resultados;
- Analizar imágenes, sonidos e información sensorial física;
- Percibir y estimar el tiempo, la distancia y la fuerza;
- Anticipando consecuencias;
- Evaluación mental de posibles resultados de diferentes estrategias de resolución de problemas;
- Posibilidad de elegir acciones basadas en la probabilidad de resultados positivos;
- Elegir la acción más apropiada basada en las expectativas y normas sociales; y
- Realizar las tareas necesarias para llevar a cabo las decisiones.
Esa es una lista impresionante, y la mayoría de nosotros hacemos esto sin saberlo. En las personas sin problemas de funcionamiento ejecutivo, el cerebro realiza estas tareas rápidamente en el subconsciente, a menudo sin su conocimiento.
En cierto sentido, el funcionamiento ejecutivo es casi instintivo.
Las personas con problemas de funcionamiento ejecutivo no realizan estas tareas de forma intuitiva. Tienen dificultad para planificar, organizar y administrar el tiempo y el espacio. También muestran debilidad en la memoria de trabajo.
Al igual que con muchos otros tipos de trastornos de aprendizaje, los problemas de funcionamiento ejecutivo pueden darse en familias.
Las debilidades del funcionamiento ejecutivo se pueden ver a cualquier edad, pero se vuelven más obvias a medida que los niños alcanzan grados medios a superiores.
Cómo afecta el aprendizaje
En la escuela, en el hogar o en el lugar de trabajo, estamos llamados a todo el día para autorregular el comportamiento. Este es un desafío para las personas con desafíos de funcionamiento ejecutivo. Aquí hay algunos signos para buscar:
- Dificultad para planificar y completar proyectos;
- Problemas para comprender cuánto tardará un proyecto en completarse;
- Luchando por contar una historia en la secuencia correcta con detalles importantes y detalles mínimos irrelevantes;
- Problemas para comunicar los detalles de una manera organizada y secuencial;
- Problemas al iniciar actividades o tareas, o generar ideas de forma independiente; y
- Dificultad para retener información mientras hace algo con ella, como recordar un número de teléfono mientras marca.
Cómo se identifican los problemas con el funcionamiento ejecutivo
No existe una evaluación acordada que mida todas las diferentes características del funcionamiento ejecutivo. La observación cuidadosa y el trabajo conjunto con un maestro de educación especial son útiles para identificar problemas de funcionamiento ejecutivo.
¿Cuáles son algunas estrategias para ayudar?
Hay muchas estrategias efectivas que pueden ayudar. Aquí hay solo algunos:
- Proporcione instrucciones claras paso a paso con ayudas organizativas visuales. Los niños con trastornos de funcionamiento ejecutivo pueden no dar pasos lógicos para saber qué hacer. Sea lo más explícito posible con las instrucciones. Use modelos visuales y actividades prácticas cuando sea posible. Ajuste su nivel de detalle en función del éxito del alumno.
- Use planificadores, organizadores, computadoras o temporizadores.
- Proporcione horarios visuales y revíselos al menos todas las mañanas, después del almuerzo y por la tarde. Revise con más frecuencia para las personas que necesitan esos recordatorios.
- Empareje instrucciones escritas con instrucciones habladas y modelos visuales siempre que sea posible.
- Si es posible, use una rutina diaria.
- Crea listas de verificación y listas de tareas pendientes.
- Use un refuerzo positivo para ayudar a los niños a mantenerse concentrados en la tarea.
- Divida asignaciones largas en tareas más pequeñas y asigne mini-líneas de tiempo para la finalización de cada una. Si los niños se sienten abrumados con listas de tareas, comparta solo algunas a la vez.
- Use calendarios visuales o planificadores de pared para realizar un seguimiento de las asignaciones, fechas límite y actividades a largo plazo.
- Los adultos y adolescentes pueden encontrar útiles los planificadores o el software de gestión del tiempo, como el Franklin Day Planner, el calendario de Microsoft Outlook y las listas de tareas, o Palm Pilot. Si es posible, prueba antes de comprar para garantizar la efectividad.
- Organice el espacio de trabajo y minimice el desorden semanal.
- Considere tener áreas de trabajo separadas con juegos completos de suministros para diferentes actividades. Esto reduce el tiempo perdido mientras busca los materiales correctos para una tarea.
- Trate de mantener sus estrategias consistentes en las aulas, en el hogar o en el lugar de trabajo. Es más probable que las personas con trastornos funcionales funcionen bien cuando sus rutinas son similares en diferentes entornos.
Al igual que con todas las intervenciones, es importante tener en cuenta cómo afectan a la persona con trastorno de funcionamiento ejecutivo. Si no se ayuda a la persona con la estrategia o no progresa después de un período de tiempo razonable, busque una mejor manera. Los niños mayores y los adultos pueden ayudar a identificar estrategias más efectivas o formas de ajustar las estrategias para una mayor efectividad. Tener en cuenta sus preferencias es una parte importante del desarrollo de un programa de intervención apropiado. Una de las cosas más importantes para recordar acerca de los desórdenes del funcionamiento ejecutivo es que se trata de un desorden tan grande como cualquier otro. Aunque es una discapacidad invisible, puede tener un profundo efecto en todos los aspectos de la vida de una persona. Esté preparado para compartir esta información con maestros, compañeros de trabajo o supervisores, según sea necesario, para garantizar que el trastorno no se confunda con la pereza o el descuido.