Razones por las que su hijo puede ser hiperactivo

Mientras que algunos niños se colorean durante horas o juegan tranquilamente con bloques durante la mitad del día, otros parecen no poder sentarse quietos durante dos minutos. Están inquietos, saltando, rebotando y literalmente trepando por las paredes la mayor parte del tiempo.

Si su hijo está luchando por controlar sus movimientos y está afectando su vida diaria, explore las posibles razones por las que es hiperactivo.

1. Estrés

Ya sea un caos permanente o un cambio de horario a corto plazo, un niño puede tener dificultades para relajarse si se siente estresado. Incluso los cambios positivos, como tener un bebé recién nacido o mudarse a un vecindario mejor pueden generar mucho estrés para un niño.

Antes de decidir que su hijo no podría verse afectado por problemas financieros o de relación, recuerde que los niños retoman el estrés de sus padres. Si está estresado, es muy probable que su hijo esté estresado.

Asegúrese de que su hijo tenga una rutina consistente y predecible. Si está pasando por acontecimientos estresantes de la vida, dele a su hijo más tranquilidad y apoyo.

2. Problemas de salud mental

Los problemas emocionales a menudo se parecen a los trastornos de conducta en los niños . Un niño con un trastorno de ansiedad puede tener dificultades para quedarse quieto. O alguien que ha sido traumatizado por un evento aterrador puede no ser capaz de concentrarse.

Si sospecha que su hijo puede estar experimentando un problema emocional, busque ayuda profesional .

El tratamiento puede reducir una amplia gama de síntomas, incluida la hiperactividad.

3. Cuestiones dietéticas

Si bien la investigación muestra que el azúcar no causa hiperactividad , algunos expertos creen que ciertos aditivos alimentarios están relacionados con problemas de conducta. Algunos estudios encontraron que los conservantes y los colores artificiales aumentan la hiperactividad en los niños.

Si cree que la dieta de su hijo puede desempeñar un papel en su nivel de actividad, hable con su pediatra. Existen algunas dietas que pueden ayudarlo a descubrir intolerancias alimentarias y sensibilidades que pueden estar exacerbando el comportamiento de su hijo.

4. Problemas de salud física

Hay algunos problemas de salud física que causan hiperactividad. Una tiroides hiperactiva, por ejemplo, puede causar una amplia gama de síntomas que van desde la ansiedad a la hiperactividad. También hay otros problemas genéticos que pueden conducir a una mayor actividad.

Habla con tu pediatra sobre los síntomas de tu hijo. Mantener una lista detallada de sus inquietudes podría ayudar al médico a identificar posibles problemas de salud que pueden ser la raíz del problema.

5. Falta de ejercicio

Sin suficiente ejercicio, los niños pueden tener dificultades para sentarse quietos y mantenerse enfocados. Desafortunadamente, a veces los niños pierden sus privilegios de recreo en la escuela debido a problemas de conducta o académicos. Esto puede empeorar la hiperactividad.

Anime a su hijo a tener sesiones frecuentes de ejercicio todos los días. Jugar en el patio de recreo, andar en bicicleta y correr le da a su hijo la oportunidad de canalizar su energía hacia actividades productivas.

6. TDAH

Aproximadamente el 11% de los niños tienen TDAH , según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

El TDAH es una afección neurobiológica que causa síntomas como la impulsividad, el deterioro del enfoque y el aumento de la actividad.

Hable con su pediatra si cree que su hijo puede tener TDAH. Si bien no hay una prueba específica para la condición, un pediatra puede realizar una evaluación y derivar a su hijo para una evaluación adicional si es necesario.

7. Overtido

Mientras que los adultos tienden a volverse perezosos cuando están cansados, los niños a menudo se vuelven hiperactivos. Ya sea una siesta perdida o una hora de acostarse tarde, un niño dormido puede parecer más animado que nunca.

Cuando un niño no descansa lo suficiente, su cuerpo responde produciendo más cortisol y adrenalina para poder mantenerse despierto.

Como resultado, tendrá más energía.

Asegúrese de que su hijo esté durmiendo lo suficiente . Si tiene dificultades para garantizar que descanse lo suficiente, hable con su pediatra sobre las estrategias que podrían ayudar.

Estrategias para abordar la hiperactividad

Es importante asegurarse de tener las expectativas apropiadas para su edad . Esperar que un niño se quede quieto durante horas o pensar que su niño en edad preescolar debe jugar tranquilamente todo el día podría llevarlo a pensar que su hijo es hiperactivo.

Cuando su hijo es hiperactivo, establezca límites claros. Trate de calmar a su hijo y enséñele maneras saludables de canalizar su energía. Si es necesario, cumpla con las consecuencias consistentes, como el tiempo de espera .