Cómo usar el Coaching Emotion con tus hijos

Un tipo de disciplina que se centra en los sentimientos

El entrenamiento en emociones es uno de los cinco tipos principales de disciplina que se basa en gran medida en el investigador de psicología del estado de Washington, John Gottman. Según la investigación de Gottman, cuando los padres les dan a los niños las habilidades que necesitan para lidiar con las emociones, tendrán más confianza en sí mismos, mejorarán en la escuela y experimentarán relaciones más saludables.

Gottman pasó años estudiando cómo los padres pueden ayudar mejor a los niños a aprender a manejar de manera efectiva sus emociones positivas y negativas.

Él dividió el proceso en cinco pasos que se centran en enseñar a los niños sobre los sentimientos para que puedan aprender a tomar mejores decisiones.

1. Sé consciente de las emociones

El entrenamiento de emociones requiere que los padres tomen conciencia de las emociones de sus hijos así como de sus propias emociones. Permitirle a usted y a su hijo la libertad de sentir cualquier emoción es el corazón del entrenamiento emocional. Los sentimientos están bien y nadie debe ser juzgado o criticado por sentirse de cierta manera.

Preste atención a las formas en que su hijo responde a las emociones como la ansiedad, la tristeza, la ira y la emoción. Busque señales, como lenguaje corporal, gestos faciales y cambios de comportamiento.

Observe a su hijo para estar a tono con la forma en que expresa varios sentimientos. Esto te ayudará a identificar el vínculo entre sus sentimientos y su comportamiento.

2. Conéctese con su hijo

Gottman recomienda que los padres se conecten con sus hijos a través de experiencias altamente emocionales.

En lugar de alejarse cuando un niño tiene una rabieta para ignorar la conducta, como se recomienda en la modificación de la conducta, el entrenamiento en emociones recomienda instrucciones directas.

Anime a su hijo a reconocer sus emociones. Ayúdelo a verbalizar sus sentimientos.

Intervente cuando note que se está molestando para que pueda ofrecer una guía y prevenir la mala conducta.

No intente reparar las emociones negativas de su hijo, pero demuéstrele que es normal tener muchos tipos diferentes de sentimientos.

3. Escuche a su hijo

Escuchar a un niño es una parte esencial del entrenamiento emocional. Valide los sentimientos de su hijo y demuéstrele que acepta sus sentimientos.

Además, demuéstrale que tomas en serio las emociones de tu hijo. Evite decir cosas como: "Deja de preocuparte. No es gran cosa", porque los desafíos de su hijo son un gran problema para él.

4. Nombre Emociones

Ayude a su hijo a aprender a reconocer y verbalizar sus sentimientos. No trates de decirle lo que debería estar sintiendo.

Entonces, en lugar de decir: "No tengas miedo", señala cómo parece estar sintiendo para validarle que sus sentimientos están bien. Diga algo como: "Es normal estar nervioso antes de subir al escenario".

Etiquetar los sentimientos de su hijo aumentará su vocabulario emocional. Además, cuando demuestras a tu hijo que entiendes cómo se siente, pondrá menos energía en intentar mostrarte que está molesto.

5. Encuentra soluciones

El entrenamiento en emociones se enfoca en prevenir la mala conducta cuando sea posible . Cuando un niño ingresa en una situación en la que es probable que se sienta frustrado con facilidad, ayúdelo a identificar maneras de controlar su frustración con anticipación.

Diga: "Sé que ir a la tienda de comestibles es difícil porque lleva mucho tiempo y a veces te sientes impaciente. Hoy, cuando empieces a sentirte frustrado, dímelo y tomaremos un descanso durante unos minutos para ayudarte a que te tranquilices ".

Cuando su hijo se porta mal, anímelo a identificar ese sentimiento que lo llevó a la conducta. Luego, enseñe habilidades para resolver problemas y trabaje en conjunto para encontrar soluciones creativas.

Cuando sea posible, permita que los niños desarrollen sus propias soluciones creativas. Entonces, si su hijo arroja cosas cuando se enfada, siéntese y cree una lista de otras cosas que podría hacer cuando esté enojado.

Podría decidir hacer 10 saltos, dibujar o hacer burbujas para ayudarlo a manejar su enojo.

Luego, la próxima vez que esté enojado, aliéntelo a tratar de usar una de sus ideas para calmarse.

Capture a su hijo siendo bueno siempre que sea posible y use elogios para fomentar un comportamiento positivo . Establezca límites cuando sea necesario mediante el uso de técnicas de disciplina, como consecuencias lógicas o tiempo de espera .

Proporcione consecuencias negativas cuando su hijo se porta mal. Simplemente deje en claro que está corrigiendo el comportamiento de su hijo, no sus sentimientos . Entonces, aunque está bien sentirse enojado, no está bien golpear.

> Fuentes:

> Lisitsa E. Introducción al Coaching de Emociones. El Instituto Gottman. Publicado el 20 de febrero de 2017.